OBRINT LA FINESTRA

M'agrada assomar-me a la finestra i veure que hi ha més enllà. Normalment després me retiro a l'habitació i continuo amb el que estava fent. Avui m'han pegat una espenteta i he decidit travessar la finestra.

sábado, 24 de septiembre de 2011

LETRAS TITUBEANTES

La prima Mariola vacilaba al escribir, no porque le faltaba fantasía o historias que contar, sino porque las letras se le rebelaban y cada vez aparecían escritas de una manera. Así la “erre”, en ocasiones, la hacía más pequeña que de costumbre y sonaba como un socavón en medio de la palabra, o un pozo. La “ele” se elevaba tanto que parecía una montaña en medio de una frase. A veces, las separaciones entre las letras eran tan pequeñas que el texto se asemejaba a pueblos unidos por un hilo invisible. Otras, repetía las palabras cuando no tocaba y sonaba como un eco extraño. Escribía para mostrar todo su mundo, y a veces, lo que quedaba era el mundo de otro. Así que se impuso como gimnasia diaria mover la mano y escribir en trazo fuerte para dominar las letras y que el reflejo en la página fuera el decidido por ella. No recuerda si fueron días o semanas, pero al final ahí quedó el mundo de Mariola donde las montañas, los ecos y los socavones estaban donde tenían que estar.

domingo, 18 de septiembre de 2011

MIEDOS


María Angeles tenía la costumbre de romper sus miedos en pedacitos. Así, si un miedo era demasiado grande lo cogía por los extremos y lo iba rompiendo por la mitad , la cuarta parte, la octava y así. Después lo tiraba a la papelera como un confeti de palabras que no se entendían. Así convertía el miedo en rallas o puntos sin ningún significado. Al echarlo hacía bonito y se notaba más ligera. Y así iban pasando los días: las alegrías se las guardaba. A veces eran regalos, como un dibujo o una carta de un amigo, que guardaba en el baúl de su casa o en el escritorio Otras, eran llamadas de teléfono o abrazos que guardaba en su corazón. Un día pescó un miedo tan grande que no lo podía extender, se desplegaba ante sí como el rollo de un mantel infinito de los que venden en la ferretería. Se desplegaba tan ràpido que no podía cogerlo. Un amigo cortó el miedo con unas tijeras gigantes, pero era todavía demasiado grande para desmenuzarlo (o podríamos decir descuartizarlo por su resistencia) en una tarde. Así que María Angeles sigue cortando trocitos. Lleva ya unas cuantas tardes. Cuando tenga terminado el trabajo tendrá confeti para unos meses. Y el miedo, una vez más, quedará conjurado con la ayuda de su amigo que impidió que el rollo la arrollara (valga la redundancia) y el tesón de Maria Angeles que nunca desistió en su empeño de romper y tirar sus miedos a la papelera.

domingo, 11 de septiembre de 2011

URSULA


Ursula dilluns va passar d’escoltar música en la seua vida a escoltar només sorolls, que la majoria de les vegades li molestaven. Al principi no li donava massa importància però sens dubte era el preludi de que alguna cosa lletja anava a passar. Es va convertir en un imà que atreia els sorolls molestos. Ho tenia comprovat. Cada vegada que vivia moments bonics, tenia de fons, un compàs i segons l’estat d’anim més veloç o menys, però sempre de teló de fons notava l’harmonia.

Si el que captava eren sorolls, malament. A més els sorollos se’t posaven dins les foses nassals i els respiraves, en un estrany canvi del que ha de fer cada sentit del cos.

Aquell dia va començar a molestar-li el soroll de l’aire condicionat, després l’ordinador i al final tot va acabar en trons i llamps. Va ser aleshores quan es va espantar. L’únic remei per evitar i tapar el sorolls molestos d’aquest món és escoltant música. O posar-se tapons (a les orelles) Va decidir composar un disc amb les cançons que més li agradaven: las música damunt del soroll desfà les penes i les transforma en aire. I l’aire ja el pots respirar.

martes, 6 de septiembre de 2011

MICRORRELATOS


Marcos se puso muy contento cuando su madre abrió el paquete de correos: era su delfín trotamundos que había desaparecido en el último viaje!

--------

El jarrón se desbordó en verano: caracolas, fósiles y rosas del desierto. Y un puñado de arena que me entregaste mientras me besabas.

-------

Cuando don Antonio después de caminar por la vida descubrió el mar, supo que él era muy pequeño, y que todo dependía del punto de vista.

---------

Perdí algo de mi misma y encontré en mi isla luz para ver, viento para mover y mar para navegar. Desde allí empecé de nuevo la búsqueda.

--------

Cada verano su madre le contaba que estuvo a punto de adoptar una hija china. Anna lloraba en el mar la pérdida para que nadie lo notara.

-------

Aquella noche la luna tomó el firmamento y yo tomé prestados tus ojos para verte mejor.

---------

Las manchas aquel verano no fueron en su rostro sino que llegaron a su matrimonio. Desde entonces sale cuando se pone el sol.